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lunes, 4 de octubre de 2010

Iniciativa México 2012: Televisa a Los Pinos

Iniciativa México 2012: Televisa a Los Pinos
Jenaro Villamil México D.F. 3 de octubre de 2010 Edición 1770


El guión telenovelero que supone el romance entre Enrique Peña Nieto y su prometida Angélica Rivera no es en absoluto casual: se halla meticulosamente sincronizado con los tiempos del país y se ajusta a un complejo engranaje de ambiciones que tienen nombre: Carlos Salinas de Gortari, Elba Esther Gordillo… Locación emblemática para este show, por el que Televisa se está embolsando cientos de millones de pesos, es el

Estado de México, laboratorio-plataforma mediante el cual el gobernador mexiquense busca lanzarse por la Presidencia de la República en 2012.


Las armas del priista son el dispendio, las contrarreformas electorales, la frivolidad, etcétera.


Las redes políticas y mediáticas de los dos principales ejes del proyecto del mandatario mexiquense, el expresidente Carlos Salinas de Gortari y la empresa Televisa, se enlazaron en el tramo más reciente con un solo propósito: proyectar la imagen de Peña Nieto como un gobernador eficaz. Al viejo estilo priista, mediante el mayoriteo en el Congreso local y un dictamen fast track se aprobó un paquete de contrarreformas electorales.


En paralelo, a partir de este mes el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), liderado por Elba Esther Gordillo Morales, pondrá en movimiento una auténtica estructura paralela a la del PRI que comprende las 17 mil 500 casillas electorales en todo territorio mexiquense; incluso el organismo magisterial ya comenzó a recibir apoyos financieros a través del Programa de Apoyo para el Desempeño Académico.


Gordillo Morales negoció su apoyo a Peña Nieto a cambio de que se eliminara del paquete de reformas electorales la cláusula de gobernabilidad para evitar que su partido, el Panal, se quedara sin sus diputados plurinominales. Hoy, el Panal tiene seis diputados en el Congreso mexiquense, dos menos que la bancada del PRD. Los votos de los legisladores del Panal fueron indispensables para lograr la mayoría calificada en la contrarreforma electoral de Peña Nieto.


Al igual que Salinas, Gordillo coqueteó con la posibilidad de apoyar al empresario Carlos Hank Rohn como candidato a la gubernatura del Estado de México en 2011. Su propósito: lograr mejores condiciones de negociación con Peña Nieto, según confirmaron a proceso distintas fuentes.

domingo, 3 de octubre de 2010

IV Informe de gobierno de Gustavo Díaz Ordaz 1 de Septiembre 1968



El Presidente Gustavo Díaz Ordaz se refirió en diferentes oportunidades al Movimiento Estudiantil, desde luego nunca sin mencionarlo específicamente por ese nombre, el día primero de septiembre en su IV Informe de gobierno. No se necesita una lectura muy acuciosa para evidenciar lo que se desataría en contra del Movimiento a partir de ese mes y hasta el final del mismo (la suspensión de la huelga por los primeros días de diciembre).

Durante los recientes conflictos…se advirtieron en medio de la confusión, varias tendencias principales, la de quienes deseaban presionar al Gobierno para que se atendieran determinadas peticiones, la de quienes intentaron aprovecharlo con fines ideológicos y políticos y la de quienes se propusieron sembrar el desorden, la confusión y el encono…con el fin de desprestigiar a México…e impedir acaso la celebración de los Juegos Olímpicos.

Los desordenes juveniles que ha habido en el mundo han coincidido con frecuencia con la celebración de un acto de importancia en la ciudad donde ocurren…De algún tiempo a la fecha en nuestros principales centros de estudio se empezó a reiterar insistentemente la calca de los lemas usados en otros países, las mismas pancartas, idénticas leyendas.

Tenemos confianza en que no se logrará impedir la realización de los eventos deportivos en puerta, cuando más se conseguirá restarles lucimiento.

Reafirmo…mi respeto a la autonomía universitaria…Debo agregar y con este criterio coincide el de destacados abogados, que si se examinan los hechos con serena objetividad y rigor técnico, jurídicamente no hubo violación a la autonomía universitaria.

No admito que existan “presos políticos”. ‘Preso político’ es quien está privado de su libertad exclusivamente por sus ideas política, sin haber cometido delito alguno.

Respecto a los artículos 145 y 145 bis del Código Penal…¿Debe ser delito o no afectar la soberanía nacional, poniendo en peligro la integridad territorial de la República, en cumplimiento de normas de acción de un gobierno extranjero? ¿Debe ser delito o no preparar la invasión del territorio nacional o la sumisión del país a un gobierno extranjero? Estos casos son parte del artículo 145.
El artículo 145 bis señala cuáles son los delitos de carácter político. Si se deroga ningún delito tendrá carácter político. ¿Es eso lo que se demanda?

El incidente, en apariencia minúsculo, que se señala como origen del problema, no fue el primero de su género, sino culminación de una muy larga serie de hechos violentos, de atentados a la libertad y a los derechos de muchas personas.

Situemos estos hechos dentro del marco de las informaciones internacionales sobre amargas experiencias similares de gran número de países en lo que, desde un principio o tras haberse intentado varios medios de solución, se tuvo que usar la fuerza y sólo ante ella cesaron o disminuyeron los disturbios…todo tiene un límite y no podemos permitir ya que se siga quebrantando irremediablemente el orden jurídico, como a los ojos de todos ha venido sucediendo…agotados los medios que aconsejan el buen juicio y la experiencia, ejerceré, siempre que sea necesario, la facultad contenida en el artículo 89, fracción VI de la Constitución General de la República que, textualmente dice: ‘Artículo 89. Las facultades y obligaciones del Presidente de la República son las siguientes:… VI. Disponer de la totalidad de la fuerza armada permanente o sea del ejército terrestre, de la marina de guerra y de la fuerza aérea para la seguridad interior y defensa exterior de la Federación…No quisiéramos vernos en el caso de tomar medidas que no deseamos, pero que tomaremos si es necesario; lo que sea nuestro deber hacer, lo haremos; hasta donde estemos obligados a llegar llegaremos.

Examinemos ahora, brevemente, el verdadero fondo del problema; la urgencia de una profunda reforma educacional. Problema no sólo de México; la crisis de la educación es mundial.

En unas semanas o en unos meses, los acontecimientos tomarán, con la perspectiva del tiempo, su verdadera dimensión y no pasarán como episodios heroicos, sino como absurda lucha de oscuros orígenes e incalificables propósitos.*

En conferencia de prensa el CNH expresó su postura a las menciones del presidente en relación al “conflicto”:

Los argumentos y la razones que se esgrimieron en el Informe son o falsos o en el mejor de los casos triviales y superficiales.

El Informe no representa por lo mismo un cambio cualitativo en el aspecto del Movimiento y en el aspecto de la actitud que nosotros podíamos guardar hacía él. El Informe no contiene argumentación política excepto en dos. La argumentación política del Presidente se circunscribió a dos de los puntos de nuestro pliego petitorio: el relacionado con los presos políticos en México y la derogación de los artículos 145 y 145 bis del Código Penal.

Los puntos con los que pretendió justificar que en México no existen presos políticos y las posibles salidas o las posibles soluciones que veladamente ofreció, de ninguna manera son aceptadas por el CNH como una respuesta a nuestro pliego petitorio.

Con respecto al problema del diálogo…Nosotros no vamos a dialogar con la presión de los tanques y las bayonetas encima, nosotros no entendemos el lenguaje de las ‘orugas’; retiren los tanques de las calles, retiren el ejército de las calles, retiren todos los provocadores y las fuerzas de choque que vestidas de civiles atacan a nuestras brigadas de la calle, y entonces públicamente estaremos dispuestos a dialogar a debatir, antes no.*

Después de un Informe presidencial con aquella característica con sabor a imperial, en donde un supuesto país democrático estaba sujeto al poder depositado en un solo hombre; el Presidente de la República seguía dictando que su investidura había de escribirse con mayúscula. La fórmula no estaba diseñada para el respeto a la institución presidencial sino para tenerle miedo al individuo en turno con el monopolio del poder. Las advertencias veladas y directas de Gustavo Díaz Ordaz en aquel Informe para los “desordenes juveniles” empezaron a cumplirse abierta o clandestinamente. El estilo autoritario de Gustavo Díaz Ordaz en realidad venía cumpliéndose cabalmente desde antes del Movimiento Estudiantil de ese año. Eso y la presión política y económica para cumplir con el compromiso de los Juegos Olímpicos más la inevitable serie de intrigas palaciegas por la lucha en la designación de la candidatura oficial para el próximo presidente hicieron posible el peor de los escenarios. Las salidas contrarias fueron alejándose conforme la inauguración de las Olimpiadas se acercaba. Por ello, el gobierno de México tenía la incómoda e inevitable presencia de la prensa mundial, otro factor desequilibrante. La información que estaba saliendo al mundo no podía ser controlada al igual que la nacional. Incluso el Comité Olímpico Internacional llegó a plantearse la alternativa de suspender su negocio de los juegos y aunque los estudiantes se esforzaran por declarar no interferir ni estar en contra de los mismos, en el gobierno no creían en la buena fe.

*Ramón Ramírez, El movimiento estudiantil de México, Tomo I, págs 281-287.

viernes, 24 de septiembre de 2010

¿Celebrar la Independencia de México?

Por: Cesar Suárez Ortiz

Claro: fue hace doscientos años que nos convertimos en un país soberano, dejamos de obedecer a la corona Española dejando el destino del país en nuestras manos (Menos mal diría un gran amigo). Autonomía, libertad, soberanía son el pan de cada día que se utiliza para conmemorar nuestros 200 años como México independiente. Es cierto que durante la época de la colonia era impensable que una persona nacida en nuestro país tuviera la oportunidad de dar una opinión sobre la forma en que se dirigía al país en ese entonces La Nueva España. Por este tipo de cambios en el país es justo y necesario que celebremos 200 años de ser mexicanos (fusilado de un comercial barato).

No hay nada que festejar: A pesar de ser un país independiente ante cualquier potencia extranjera, los ideales por lo que se lucho hace 200 años han tenido una malformación a lo largo de nuestra historia que nos hace pensar que solo festejamos una independencia abyecta o amorfa. Pobreza, violencia, corrupción, los gringos y desempleo son las enfermedades letales que presenta el país. Estas mismas enfermedades fueron aquellas por las que se inicio en gran parte el movimiento de insurgencia. Por lo tanto a más de dos siglos de haber luchado por la cura de estos males, pareciera ser que el remedio salió peor que la enfermedad. Es por eso y muchas cosas más que no debemos festejar este 15 de Septiembre (mejor dicho 16 mi querido Porfirio), escupir una bandera si es posible, llamar pendejos a aquellos que festejan y portan un símbolo patrio con orgullo. Mejor me quedo en la casa viendo la televisión o mentándole la madre al país (eso sí, comiendo un rico pozole. Para entender mas este tipo de acciones incoherentes de “sé que es una farsa pero lo sigo haciendo” lean a Slavoj Zizek- se la rifa-).

A lo largo de este año estas dos propuestas han estado en los periódicos, escuelas, televisión y pláticas con amigos. Por un lado se encuentra el espíritu ¿orgullosamente? mexicano que demuestra su patriotismo por medio de tequilazos, música de mariachis y vestidos de china poblana. Creo que es causa del pecado mortal (¿o virtud?) del mexicano: pachanguero de corazón, EL FIN JUSTIFICA LOS MEDIOS. Por el otro, la persona supuestamente crítica y conocedora de la historia de su país, que a base de datos duros y recuentos históricos determina que el México de hace dos siglos y el actual no tiene mucha diferencia. Creo que estas dos posturas discuten un elemento sin sentido y superfluo para la realidad del país. ¿Celebrar la independencia o no celebrarla?, me parece estúpido que se debata por si se debe de gastar mucho o poco para las fiestas, si debe haber desfile o no, si debe haber espectáculo o no.

Considero que es válido e inclusive necesario celebrar este tipo de acontecimientos muy a pesar de la situación en la que se encuentra el país. El recordar el movimiento insurgente de 1810 no debe depender de las condiciones materiales, sociales y culturales en las que se encuentre el país (si no seguramente nunca celebraríamos nada). Ahora, debemos de tomar en cuenta que el celebrar debe relacionarse estrechamente con la reflexión sobre lo que fue la independencia del país: sobre los personajes, las ideas por las que se lucho, el desenlace y si hoy en día podemos denominarnos un país independiente (considero que así lo es). Lo más importante que deja la independencia es el ejemplo de cómo la gente es capaz de organizarse para tomar el rumbo de una situación coyuntural. No dejar pasar las cosas y esperar el dulce abrazo de la muerte, o seguir adoptando la filosofía foxista que pareciera ser que se encuentra lamentablemente arraigada en el mexicano; el famoso ¿y porque yo?, sólo nos llevara a recordar este tipo de acontecimientos como fiestas populares en las que alguna vez un grupo de personas se atrevieron (para bien o para mal), a lo que ya Eduardo Galeano admiraba del Che Guevara “Hacer lo que uno piensa”.

Es por eso que en las condiciones en las que se encuentra el país, es necesario festejar y recordar (de manera crítica y divertida porque no), la independencia del país. Para no olvidar que los problemas que tenemos como nación, como sociedad son posibles de solucionar no mediante la apatía y la observación pasiva de lo que pueda hacer el gobierno. Debemos tomar las riendas de nuestro destino (como en el genial libro “el lobo estepario”) como sociedad y “Hacer lo que pensamos”.

sábado, 18 de septiembre de 2010

La Resaca Bicentenaria

Por: Canek Ballesteros Ávila
Pues bien los festejos bicentenarios terminaron, hoy 17 de septiembre el país amaneció con resaca, en esta ocasión no es una resaca normal, no hay temblorina ni sudor frio, en esta ocasión es una resaca nacional, hoy los malestares son desempleo, inseguridad, pobreza generalizada, desilusión y entre alucinaciones derivadas de la cruda realidad en el horizonte se observa la figura de un dinosaurio que intenta salir del fango al que la historia y el hartazgo de la población (hoy al parecer olvidado) condenaron en el año 2000.
Los días pasados fuimos blanco del bombardeo mediático de medios masivos de comunicación y maquinaria estatal, todo con el afán de enaltecer ese espíritu patriótico muerto la mayor parte del año y que en estos días de borrachera sin sentido parece renacer, el 15 y 16 las masas se agolpaban en el zócalo, paseo de la reforma, palacios municipales y demás sedes de poder de los tres órdenes de gobierno para festejar el bicentenario y el centenario de la independencia y revolución mexicana, en la televisión se nos mostraban espectáculos llenos de “tecnología” y parafernalia, deslumbrantes para al grueso de la población pero vacios y huecos si tomamos en cuenta la realidad por la que atraviesa el país, todo esto me hizo recordar aquella antigua máxima que dice “al pueblo pan y circo” misma que no por vieja deja de ser válida pues en estos momentos más que nunca está vigente, como en toda buena borrachera las penas siguen con nosotros al día siguiente y lo único que hemos obtenido es un bolsillo vacio y este sentimiento de zozobra e incertidumbre al no saber si esta vez conseguiremos sobrevivir a esta tremenda cruda.
Cuando se amanece indispuesto es porque se bebió de mas, por lo regular en el momento cumbre de la borrachera uno se arrepiente y se dice a sí mismo “por que tome tanto”, “tu no entiendes mírate como estas de nuevo”, los más sensatos (que son los menos) optan por dejar de beber con la esperanza de recomponerse y dejar que los efectos del alcohol se disipen, por desgracia una característica del mexicano es nunca saber reconocer cuando es momento de dejar la botella (o cerveza en su defecto), tomamos hasta que acabamos tirados en el arroyo, en la banqueta o donde la embriaguez nos agarre, este es un defecto individual que manifestamos de manera colectiva que como sociedad nos permea; durante más de setenta años nos aferramos al priísmo sin prestar atención a los signos de que una borrachera de proporciones históricas y nacionales se avecinaba, como en toda buena tomadera conforme pasaron las copas, el trago nos supo cada vez más ligero y suave, este momento es peligrosísimo pues somos capaces de tomar alcohol puro u algunas bebidas que estando en sobriedad ni siquiera nos dignaríamos a olisquear.
Entonces le entramos al caballito derecho (o de derecha) dejamos de ponerle ese refresquito que disfrazaba y amainaba ese neoliberalismo y nos generaba la sensación de que lo que tomábamos no era tan fuerte ni embrutecedor, pues bien a estas alturas todo nos importo un bledo ¡que venga el neoliberalismo chinga… así solo y sin refresco! Pobres de nosotros no sabíamos en lo que nos metíamos.
La botella está a punto de terminarse y como somos bebedores voraces sin juicio alguno ya se oyen los malos consejos de los “amigos” pierde almas (esos que dicen ya haberse renovado moralmente) y de el cantinero, que recomiendan ampliamente empezar a ponerle refresco de nuevo al trago solo que esta vez sugieren tomemos de esa nueva presentación que en la tele anuncian cada cinco minutos, esa que viene en una presentación muy mona, elegante, sofisticada y copetona pero que en el fondo es igual de corriente y dañina (si no es que mas) que la anterior, tal vez sea momento de dejar de beber y despejar nuestra conciencia colectiva e individual de tanto alcohol, que ha nada bueno nos ha llevado.
Tenemos que dar un giro a nuestro destino como país, considerar otras opciones, tomar decisiones bien razonadas sin que el influjo del alcohol nos afecte pues nuestro organismo ya está dañado estamos a punto de reventar y no soportaremos otra botella mas, la recuperación no será fácil, tantos años de borrachera nos han dejado demasiados estragos, nos costara trabajo se nos hará difícil pero de no hacerlo podemos colapsar y morir en una congestión etílica nacional.

viernes, 30 de julio de 2010

Opinion

Inaceptable freno al periodismo.

Por Mario Villegas

Es indignante que México empiece a ocupar el primer lugar en aspectos tan desagradables como el sobrepeso infantil, ser el país que más soda consume al nivel mundial, entre otras cifras más, pero el ser número uno en asesinatos a periodistas durante la última década y sumando 10 en lo que va del año 2010 es digno de total repulsión.

La anterior introducción es reflejo del posicionamiento del crimen organizado y el golpeo estratégico que ha llevado hacia instituciones del estado como a otro punto clave que son los medios de comunicación.

Al parecer, el denominado el cuarto poder, esta en una posición incomoda ya que un grupo de ampones provenientes de La Laguna secuestraron a cuatro reporteros del diario Milenio, pero, en vez de pedir rescate, condicionaban a la empresa informativa con que los liberarían sólo sí pasan imágenes y notas con referencia a esta banda criminal.

Principalmente, Ciro Gómez Leyva y Denise Maerker han publicado un par de comunicados en los que muestran su rechazo total a estas acciones del crimen y la también columnista del Universal decidió suspender su programa para evitar que los tres secuestrados restantes (después de la liberación de uno de ellos) en La Laguna recibieran algún tipo de daño.

Estas maniobres por parte de los cárteles han hecho que titanes de la información en México den pasos hacia atrás y tambaleen en sus decisiones. Esto no es en defensa de El Universal, Milenio o Televisa o en apoyo a las figuras periodísticas antes mencionadas, sino que espacios informativos proporcionados por estas cadenas no tienen por que ser condicionados de esta forma y menos por Delincuentes. Si bien tardamos décadas en salir del yugo de la censura por parte de gobernación ¿Ahora se creará una nueva aduana de contenidos? Eso es absurdo.

¿Donde queda la parte critica, la información qué como ciudadanos tenemos derecho a saber? Sólo manifiesto que no hay que dar marcha atrás ni obedecer a intereses particulares, siempre cuidando la vida y mostrando la valentía que caracteriza a la profesión periodística.

viernes, 16 de julio de 2010

Izquierda irá al 2012 con un solo candidato

Los partidos de la Revolución Democrática (PRD), del Trabajo (PT) y Convergencia —aglutinados en el frente político Diálogo para la Reconstrucción de México (DIA)— determinaron ir juntos con un solo candidato en la elección presidencial del año 2012.

Los líderes nacionales de los tres partidos, el perredista Jesús Ortega, el petista Alberto Anaya y el convergente Luis Walton, junto con el coordinador del DIA, Manuel Camacho Solís, firmaron un acuerdo en el que ratifican que abanderarán al precandidato, en los tiempos legales, que esté mejor posicionado.

Además los tres partidos decidieron, al firmar un convenio rumbo a los procesos electorales de 2011 y 2012 que competirán unidos en los comicios locales de Baja California Sur, Guerrero y Michoacán a realizarse en el primer trimestre de 2011.

Camacho Solís precisó que los tres partidos decidieron postular un solo candidato a la Presidencia de la República para evitar la fragmentación del voto y ofrecer a los ciudadanos una alternativa de cambio progresista para el país.

http://www.eluniversal.com.mx/primera/35239.html




Blake, por continuidad en plan anticrimen

Hace más de 15 horas José Francisco Blake Mora llegó por primera vez a la oficina que ocupará en el Palacio de Cobián. Habló con el director del Cisen y con los subsecretarios. Ha dado una docena de entrevistas de radio y televisión y ha hablado con el presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), con todos los líderes de los partidos políticos y del Poder Legislativo.

Entrada la noche, el nuevo titular de Gobernación habla con EL UNIVERSAL y asegura que su llegada al Gabinete no significa que la estrategia de lucha contra la delincuencia organizada vaya a cambiar.

Cuando se le pregunta cuál será el énfasis que dará a la lucha anticrimen, dice que será un combate más democrático y menos de un solo hombre.

Desde temprano, Blake Mora pidió a los actores políticos y sociales dar vuelta a la página para superar agravios o sentimientos encontrados y construir los intereses superiores del país.

“No puede haber una política de seguridad democrática si antes no hay una reconciliación de unidad con los agentes políticos y sociales. Hacemos un llamado para que todas las fuerzas políticas converjamos en nuestras coincidencias”, dijo.

http://www.eluniversal.com.mx/primera/35237.html


“Malova” y Torre Cantú, en Los Pinos


El presidente Felipe Calderón Hinojosa se reunió ayer con los mandatarios electos de Sinaloa, Mario López Valdez, y de Tamaulipas, Egidio Torre Cantú, con los cuales abordó diversos temas de interés nacional, así como en torno a la situación económica y la inseguridad pública.

Mario López Valdez, Malova, reiteró su compromiso de encabezar un gobierno ciudadano que concilie y genere una nueva etapa de crecimiento para Sinaloa, y expresó su interés por trabajar en estrecha colaboración con el gobierno federal en un marco de apoyo mutuo.

El gobernador precisó que en materia de seguridad, la colaboración entre la Federación y los gobiernos estatales es de suma importancia para enfrentar con más eficacia a las organizaciones criminales.

Durante el encuentro con Egidio Torre Cantú, el presidente Calderón reiteró su solidaridad al gobernador electo de Tamaulipas por la muerte de su hermano, Rodolfo Torre, días antes de las elecciones.

Calderón Hinojosa refrendó su compromiso de trabajar conjuntamente con la administración entrante para impulsar el desarrollo de este estado.

El Presidente estuvo acompañado por el secretario de Gobernación, José Francisco Blake Mora, y por su secretario particular, Luis Felipe Bravo Mena.

jueves, 15 de julio de 2010

GANADOR DEL SORTEO

EL GANADOR DEL SORTEO ES EL BOLETO NÚMERO: 327,

http://www.lotenal.gob.mx/loteria/list_prem/mayor3327.pdf

miércoles, 14 de julio de 2010

Politica

Gobernadores aliancistas, por impulsar gobiernos plurales.

Los gobernadores electos de Oaxaca, Puebla y Sinaloa firmaron el acuerdo “Por un pluralismo eficaz, transparente y justo”, que busca impulsar gobiernos ciudadanos, plurales, no de reparto de cuotas entre las burocracias partidistas ni erigirse como una "cacería de brujas".

En rueda de prensa Gabino Cué, Rafael Moreno Valle y Mario López Valdez dieron a conocer 10 puntos en los que basarán su línea de gobierno para reconciliar a la sociedad y ser alternativa de gobierno y de impulso a la transición democrática de sus estados.

"Nuestro interés es reconciliar a la sociedad. La mejor manera de hacerlo es actuando con estricto apego a la ley, sin rencores ni impunidad. No se criminalizará la lucha política ni social", asentaron en el texto firmado además por los líderes del PAN, PRD, Convergencia y el Dia.

http://www.jornada.unam.mx/ultimas/2010/07/14/acuerdan-gobernadores-aliancistas-impulsar-gobiernos-plurales/



PAN denunciará a Peña Nieto por presunto desvío de recursos

El Comité Directivo Estatal del PAN presentará dos denuncias, una ante la Fiscalía Especializada Para la Atención de Delitos Electorales (Fepade) y la otra ante la Comisión Permanente del Congreso local, en contra del gobernador Enrique Peña Nieto.

En conferencia de prensa, el secretario general del Partido Acción Nacional (PAN) en el estado, Víctor Hugo Sondón Saavedra, afirmó que estas denuncias son por irregularidades en el ejercicio de sus funciones y por el posible desvío de recursos públicos con fines electorales.

Las acusaciones se sustentan en tres antecedentes primordiales, sus reiteradas visitas al extranjero con comitivas numerosas, la constante presencia en eventos electorales en diferentes estados del país y el presunto desvío de recursos en apoyo a candidatos del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en otras entidades.

http://www.milenio.com/node/487285



Insiste el SME en que la CFE sea patrón sustituto

El Sindicato Mexicano de Electricistas promoverá ante la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje el proceso para que la Comisión Federal de Electricidad se asuma como patrón sustituto tras la extinción de Luz y Fuerza del Centro.

Acompañado por los dirigentes de los ex trabajadores, el equipo de abogados del sindicato marchó de la Avenida de los Insurgentes a la sede de la JFCA, donde entregarían la documentación en la que, afirma, se “demuestra que tienen razón”.

http://www.milenio.com/node/487085

sábado, 24 de abril de 2010

Resumen de opinión 23 de abril de 2010


Tres temas siguen acaparando la atención de los medios informativos y de los comentaristas. Por un parte la crisis de la seguridad pública con  sus terribles consecuencias en términos de vidas humanas inocentes. Por otro lado las diferentes versiones en torno a dos casos de nota roja sumamente sonados: el caso Paulette y el caso Marti. Sectores de la sociedad se han conmovido con estos asuntos no sólo porque se han identificado con laguas de las víctimas sino también porque transportan el terrible mensaje de la impunidad. Finalmente está el tema múltiple relacionado con el poder legislativo y las reformas de las cuales la más comentada –aunque cada vez se aleja más la posibilidad de aprobar algo significativo al respecto, en el corto plazo- ha sido la reforma política en sus distintas versiones: las dos del PRI, la del poder ejecutivo y recientemente la del PAN en la Cámara de Diputados y la del PRD. Sin embargo aunque menos comentada la reforma aprobada por unanimidad en la Cámara de Senadores es quizás la de mayor impacto futuro, de las reformas legislativas. Dos colaboradores Erik Pérez y Miguel Angel Flores comentan sobre un tema que preocupa a muchos: las bases de datos personales y su manejo.
Lo que no sabias de las redes sociales.
Erik Pérez
Hoy en día el tema que está en boga entre chicos, jóvenes y adultos son las redes sociales. Entre amigos y conocidos escuchamos las advertencias o consejos de lo grave que puede ser subir información personal, así  como publicar fotos o etiquetar personas, por los riesgos latentes que existen y que pueden derivar en incidentes como la extorsión o un secuestro. Sin embargo estas son causas y hechos evidentes que los usuarios de distintas redes sociales ya saben, pero lo que no sabían son las cláusulas establecidas por facebook en su “declaración de derechos y responsabilidades” en especial el apartado 2. Compartir el contenido de la información. Es decir, tanto fotos como videos propios o contenido de derechos de autor, son concedidos a facebook a través de una licencia no exclusiva con la cual la compañía puede gestionar y administrar las datos a su antojo, así como transferir o venderlos para fines de publicidad o venta de algún producto. Es increíble que empresas como estas puedan lucrar de tal forma con los derechos de autor o información del individuo, y claro aquellos que tienen su “face” no puede hacer nada ya que al registrarse están aceptando las condiciones y términos del contrato. Si quisiera señalar que la “declaración de derechos y responsabilidades”, es explicita en su contenido así como en su uso, pero la trampa radica en que uno como usuario no esta condicionado a aceptar un contrato para crear un cuenta en facebook, es decir, uno puede estar utilizando esta herramienta sin haberse percatado de dichos lineamientos. La declaración plantea en todo momento la responsabilidad que tiene el usuario de gestionar adecuadamente su cuenta, así como no hacer mal uso de la información, demasiadas responsabilidades para quien no se toma la molestia de leer los términos y condiciones.
Es por eso que invito a la comunidad a que esté más informada sobre el modo de operar de estos sitios y que tengan cuidado con la información que suben o lo que publican, ya que este tipo de sitios resultan muy endebles en su seguridad y protección de información del usuario.   
El molinito de la PGR
Miguel Angel Flores
Con el fin de llevar un control de los usuarios de telefonía móvil en México  se llevo a cabo el Registro Nacional de Usuarios de Telefonía Móvil (RENAUT) que es un registro en el que se concentran los usuarios de telefonía móvil; el cual pretende coadyuvar  en la prevención investigación y persecución de delitos tales como extorsiones, secuestros y fraudes  telefónicos, sin embargo este registro que se presento de manera masiva ante la amenaza de suspensión de servicios telefónicos,  es ineficaz para lo que se supone está creado; mandar el nombre y la CURP en un mensaje de texto al 2877, no garantiza que los datos recibidos por el RENAUT sean fidedignos, la confianza  y credibilidad en esta acción de gobierno en contra de la extorsión telefónica, los secuestros y los fraudes, es nula. Ya se han dado a conocer infinidad de casos en los que una persona dio de alta su celular con el nombre de otra persona; generalmente personajes de la vida política de nuestro país. El RENAUT así como está planificado es obsoleto.
Ante el resbalón que represento el RENAUT algunos legisladores de la cámara baja el pasado 21 de abril hicieron un llamado a los senadores para que se apruebe cuanto antes la Ley Federal de Protección de Datos Personales y que se persigan como delito la venta de bases de datos personales. Algunos pidieron que se revisara el mecanismo de control  de bases de datos al interior del IFE; que se han estado filtrando hacia el mercado negro como Tepito e Internet, y de los partidos políticos, otros señalaron que la aprobación  de esta ley podrá servir para prevenir y sancionar  a empresas que lucren con las bases de datos que detentan y con las cuales hacen buenos negocios.
Más tarde la PGR, Cisen y SSP se ven interesados por la filtración de bases de datos del IFE e incluso la comisionada presidenta del IFAI, Jacqueline Peschard  presentó una queja ante la Secretaria de la Función Pública para que esta investigue si existen servidores públicos federales involucrados en la venta de estas bases de datos; sin embargo no debemos olvidar que muchas de estas bases de datos que están circulando en el mercado negro provienen de empresas privadas que requirieron de información personal del cliente que solicitaba un servicio o producto cualquiera. En el futuro inmediato este tema tendrá que ser incluido en la agenda mediática, de no ser así organizaciones públicas querrán llevar “agua a su molinito” hablamos específicamente de la PGR.
La Procuraduría General de la República ha sido el organismo gubernamental peor calificado por el Instituto Federal de Acceso a la Información han habido denuncias por parte de los titulares del IFAI  en los que acusan un desacato sistemático en la mayoría de los pedimentos de información que se le han hecho.
Un reto es redefinir los términos en que el Ministerio Público va a someterse al escrutinio público, y que ha estado colgado en la agenda durante sexenios. Las reformas en el código de procedimientos penales dan cabida, si bien no a contra decir la ley suprema, si se presta a distintas interpretaciones, que son el punto de diferendo entre la PGR y el IFAI. Sistemáticamente, las resoluciones del IFAI son llevadas al Tribunal Federal de Justicia Administrativa y que dicho tribunal se asuma competente y se convierta en revisor de las decisiones que son definitivas e inacabables del IFAI. 
Entonces la conducta poco transparente de la PGR puede terminar siendo legitimada y legalizada por los ciudadanos que desconocen que la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información protege la información reservada y/o confidencial. Y puede terminar siendo legalizada por medio de Ley Federal de Protección de Datos Personales; si no se tiene cuidado en definir adecuadamente lo público y lo privado. En cualquiera de estos dos casos los grandes perdedores son los ciudadanos, pues se entorpece el lento proceso de transparencia en México.
Estas reformas son muy delicadas para ser tomadas a la ligera debemos de poner especial atención en como son llevadas pues es en estos recovecos y caminos sinuosos de la política; en las que  generalmente los ciudadanos solemos perdernos o más bien “nos pierden”, se extingue lo poco que se ha ganado en materia de transparencia, rendición de cuentas, combate a la corrupción y la impunidad.    
El Senado puede desatorar al Estado
Manuel Camacho Solís  

El Estado mexicano está atrapado por una política de seguridad equivocada. Entre más se empeñe el gobierno en sostenerla, será peor para la sociedad y para sí mismo. Por la propia dinámica que ha generado, le es muy difícil modificarla. Quien está en posibilidad de tener una intervención constructiva es el Senado. Su responsabilidad es grande, pues no basta con revisar la legislación. Se necesita encauzar en una nueva orientación y conseguir el debido respaldo político, indispensables para romper el círculo vicioso de la violencia que genera más violencia, la ilegalidad que genera más ilegalidad y el consecuente incremento terrible en el número de muertos.
Hay una serie de supuestos y tentaciones que han contribuido a las decisiones equivocadas. Asesores que sostienen que es inevitable que aumente la violencia y que esto es hasta positivo, pues ella ocurre entre las bandas de la delincuencia. Imitaciones extra lógicas del ejemplo colombiano, donde se mira el final, pero no el proceso. Contagio del pensamiento de los neoconservadores norteamericanos que vieron en la extensión de la guerra contra el terrorismo la oportunidad de un reposicionamiento estratégico de su país y su propio poder interno. Falta de experiencia en el manejo de los asuntos de seguridad y fascinación con la sensación de poder que el despliegue de la organización militar provoca. Ausencia de una posición clara frente a las presiones de Estados Unidos y, de parte de ese país, una política inercial, sin visión. Utilidad política al convertir el miedo en un sustento del control social y aprobación en las encuestas.
Cuando se reconstruya con objetividad y rigor analítico cómo fue que se metió el gobierno a la grave situación que hoy se vive (en los últimos años y en los años previos), se verá que estamos metidos en una auténtica “marcha de la tontería”. Como enseña la historia mundial, es muy difícil salirse de éstas.
El enfoque exclusivamente policiaco-militar lleva a que cada ventaja que se obtenga por el uso de la fuerza, pueda ser rápidamente compensada por las organizaciones criminales. La creencia de que entre ellos se anulan es falsa porque tienen a su disposición una reserva de jóvenes prácticamente ilimitada y en el camino se destruye de forma irreparable una importante parte del tejido social mexicano. La falta de acción en los sectores financiero y social, se traduce en una mayor concentración del conflicto en el espacio de la violencia. Las acciones ilegales llevan al ocultamiento de la información, a la complicidad y a generar nuevas y peores ilegalidades.
Está en manos del Senado detener este proceso y ofrecer un encauzamiento que sea benéfico para la sociedad, el estado de derecho, el Ejército y el propio gobierno. Su papel es encauzar. Es el momento de la creatividad, la responsabilidad y de actuar con autoridad política. Es el momento de no quedarse cortos. Las decisiones que tomen los senadores serán, por acción o por omisión, las más importantes de su Legislatura.
¿Para qué quieren las mayorías?
Leonardo Curzio  

No entiendo al PRI; en realidad nunca lo he entendido, pero ahora menos. Ganó  las últimas elecciones federales y con sus socios verdes tiene mayoría en San Lázaro, misma que hasta ahora sólo ha servido para encajarnos un punto más de IVA y un par más en ISR a condición de que Nava les entregara la plaza. Lo consiguieron y hasta les firmó el papelito, pero por más vueltas que le doy no veo en qué esa negociación vergonzosa puede leerse como un beneficio para México o por qué un trato así puede valorarse como una proeza nacional.
Los tricolores habían prometido que, con su mayoría en la Cámara baja, le darían rumbo al país empezando por aprobar una ley de emergencia económica y algunas maravillas más ¡que no hemos visto hasta ahora!
Se permiten, eso sí, dar clases de seguridad en San Lázaro mientras las entidades que gobiernan se acercan más a un Estado fallido que a un cantón suizo. Hay que ver Chihuahua, Tamaulipas, Sinaloa o Nuevo León en algunos municipios. El hampa bloquea calles o ataca sedes consulares sin que los procónsules, perdón gobernadores, sean capaces de mostrar la autoridad que tanto pregonan en las plazas y que tanto le censuran a los gobiernos panistas no mostrar. Con una opinión pública débil y una prensa adicta, las responsabilidades se trasladan una y otra vez a la esfera federal que es incapaz de definir responsabilidades precisas que establezcan qué le toca atender a cada orden de gobierno.
En muchas de las entidades que los priístas gobiernan, sus ejecutivos cuentan con aplastantes mayorías en sus congresos locales y eso no se traduce, ni por asomo, en mejores leyes ni en una capacidad real de instrumentar políticas públicas innovadoras. Siguen, en lo general, siendo entidades que viven del oxígeno presupuestal que les manda la Federación y cada vez que se les atora la carreta, ya sea en el manejo de reclusorios o en otro tema general de seguridad, llaman respetosamente a la Federación para que les saque las castañas del fuego. Está bien, los niveles de gobierno se deben auxiliar, pero a cambio es preceptivo rogarles que nos ahorren las clases de seguridad y gobernabilidad, que con un aplomo digno de mejor causa, imparten desde el centro del país.
Pide, como un capítulo de la reforma del Estado, que se modifique el sistema institucional para garantizar mayorías y sin embargo son incapaces de pronunciarse sobre los grandes temas del país con claridad meridiana. Pedir mayorías se entiende mejor si se tiene un proyecto claro que necesita un apoyo extraordinario para caminar, pero para seguir en la grilla tradicional la verdad es que no hacen falta mayorías prefabricadas. Que nos digan si van a aprobar o no la reforma laboral o la ley de competencia y si no les gusta la propuesta del panismo y del gobierno que nos digan para qué demonios quieren el poder. Ganar elecciones y hacerlo con legitimidad ha puesto al PRI frente a un dilema extraordinario y es que ahora se tiene que comportar como partido político y unificar posiciones para avanzar; algo a lo que visiblemente no está acostumbrado. No pretendo adelantar vísperas, pero mucha gente se pregunta y si el PRI ganara con amplitud el 12, ¿qué pasaría en este país? Yo creo que una buena prueba de por donde irían las cosas es que nos aclaren para qué sirve esa bancada mayoritaria que hoy tienen y que en 2012 podría ser todavía más abultada. Si es para mantener el statu quo que lo digan, siempre es bueno saberlo.
Las omisiones del debate sobre la reforma política
Alberto J. Olvera  

El debate sobre la reforma política ha omitido la consideración crítica de sus sujetos fundamentales: los partidos políticos, y ha partido de un supuesto erróneo: un presidente con mayoría parlamentaria impulsaría las reformas necesarias para el progreso del país. El diagnóstico, repetido ad nauseaum, es que la actual imposibilidad de procesar en las cámaras acuerdos sustantivos, se debe a que no es posible formar mayorías que permitan la gobernabilidad. Si bien esto es cierto, no es la causa de la “parálisis política”. Sus causas reales radican en la baja institucionalidad de los partidos y en la permanencia de los pactos sociales que fundaron el orden político del viejo régimen. Y para entender esto hay que partir de una caracterización correcta de la transición a la democracia en México.
Sin pretenderlo, quien mejor ha sintetizado el quid de la cuestión ha sido José Córdoba, asesor de Carlos Salinas: “Equiparar alternancia en el poder con transición a la democracia ha producido una gran confusión intelectual”, afirma en Nexos. Cierto. Una transición a la democracia implica: la destitución del régimen autoritario, es decir, la reforma radical de sus reglas, leyes e instituciones; y la consecuente instauración de un nuevo régimen democrático, es decir, de nuevas leyes, instituciones y reglas. No se trata de un cambio súbito, sino gradual, si bien suele tener momentos definitorios, que marcan un antes y un después, normalmente procesos constituyentes y nuevas constituciones, como ha sucedido en casi todas las transiciones de posguerra.
En el caso mexicano, la alternancia se ha producido en el marco de una continuidad legal, institucional y cultural del viejo régimen. Cambiaron las leyes electorales y se crearon instituciones electorales autónomas, es cierto, pero no ha habido ningún otro cambio realmente significativo. Los pactos esenciales del viejo régimen están todos en pie: con las corporaciones sindicales, que se expresa en la Ley del Trabajo y en las instituciones de la justicia laboral; con el gran capital, que se manifiesta en débiles y/o capturadas instituciones de regulación y en el caos fiscal del cual se benefician; con sectores de las clases medias urbanas que reciben servicios subsidiados y cuentan con acceso privilegiado a la educación superior pública; con los trabajadores al servicio del Estado y de las grandes empresas públicas, protegidos por contratos colectivos leoninos y sistemas de retiro generosos y particularistas (pues no podían ni pueden generalizarse); con algunos sectores campesinos que son estratégicos por numerosos (productores de caña de azúcar). Las trabas a las reformas que impulsen la competitividad y la creación de un verdadero estado de derecho están no en los desacuerdos legislativos, sino en la fuerza política extraordinaria de estos “poderes fácticos” a los que ningún partido se atreve a tocar.
El ex presidente Salinas, el último que gozó del control total del Estado, quiso, pero no pudo, romper algunos de estos poderes para modernizar el país. Se deshizo de La Quina, el mafioso líder del sindicato petrolero, tan sólo para regalarnos a Romero Deschamps, líder igualmente mafioso, y sin que la operación hubiera redundado en la más mínima modernización de la industria petrolera. Se deshizo de Carlos Jongitud, el cacique magisterial, tan sólo para crear otro monstruo, la maestra Gordillo, sin lograr mejorías en la educación pública. Otorgó la empresa telefónica estatal a Slim, y creó un monstruo monopolista. Privatizó los bancos, y creó una banca extranjera rentista. Firmó el TLC, acabó con la reforma agraria, reconoció a la Iglesia. Muchos cambios desde arriba, sin que el corazón del sistema fuera realmente transformado. El Estado no se modernizó. Un presidente con gran mayoría parlamentaria, por sí solo, no cambia un régimen.
Los partidos políticos en México son remedos de partido. El PRI es una federación de mafias controladas ahora por los gobernadores y por algunos líderes parlamentarios; carece de programa y de liderazgos modernos. El PRD es una federación de sectas y grupos de interés sin ninguna ideología ni programa común, a no ser una fidelidad vaga a los mitos del populismo revolucionario. El PAN, que de suyo tampoco tenía un programa para el futuro, ha sido destruido por el control presidencial. Los demás no merecen mención. Bajo estas condiciones, cabe preguntarse: ¿hay portadores sinceros de proyectos políticos alternativos? ¿Con quién se pueden negociar reformas sustantivas? Piénsese: aunque el PRI fuera mayoría, no impulsaría las ansiadas reformas, pues vulneraría sus bases de apoyo. Y además, ¿por qué hacerlas, si es el partido del viejo régimen?
Las reformas que urgen son las que conduzcan a la consolidación de verdaderos partidos y que garanticen la responsabilización del Estado, es decir, que lo obliguen a rendir cuentas. Sin estas condiciones no hay reformas “sustantivas” posibles. Se necesitan la reelección legislativa y municipal, reglamentos internos modernos de las cámaras de Diputados y Senadores, una ley de partidos, un solo órgano electoral nacional y un nuevo calendario electoral para que haya auténticos partidos políticos; contralorías estatales y federal independientes, una procuraduría autónoma, una ASF con dientes, un verdadero servicio civil de carrera, organismos autónomos empoderados y un poder judicial modernizado para tener un Estado responsable. Sin partidos sólidos y sin rendición de cuentas no puede concluirse la transición
¡Al diablo las negociaciones!
Jesús Silva-Herzog Márquez



Debe ser muy desesperante tener una receta para curar los males de un hombre enfermo y que el paciente no siga los consejos del médico. El doctor que bien conoce su ciencia ha hecho ya el diagnóstico y ha detallado el tratamiento, las medicinas y las dosis. Pero el paciente no hace caso. Sigue comiendo lo que le hace daño y escuchando consejos de los farsantes. Es una desgracia que la salud dependa de la voluntad de quienes no saben. Cierta política padece esa impaciencia. La mentalidad tecnocrática se desespera ante los obstáculos del pluralismo. Ha hecho el diagnóstico de los padecimientos nacionales y tiene una fórmula para resolverlos. Al ver que la estructura política no abraza con entusiasmo sus proyectos, ha llegado a la conclusión de que el problema está en la pluralidad.

La negociación se ubica como el núcleo de los problemas nacionales. Cuando se negocia, la fórmula correcta se ensucia; el pizarrón se contamina de vocabulario indocto y las decisiones enérgicas que necesitamos se diluyen en debilidad e incoherencia. Desde luego, quienes entienden la negociación como un fastidio se refugian en otras cosas: lamentan la existencia de un gobierno dividido; denuncian el abuso de las minorías y cuestionan (con razón) su representatividad. Pero los circunloquios académicos y políticos expresan, en realidad, reproches a la negociación. Se ha colado en el ánimo nacional un hartazgo de la negociación que bosqueja la ilusión de que el país sería mejor si no fueran necesarios los pactos. El fastidio no es casual. Hemos padecido, sin duda, negociadores muy torpes y pagamos el costo de muy malas negociaciones. Desde hace varios lustros, se han acumulado pactos de corto plazo que no trazan un rumbo de cambios ambiciosos. Acuerdos que apenas nos mantienen flotando. Los negociadores han escondido su incompetencia culpando a sus interlocutores y a las instituciones. Los otros no quieren el cambio y las reglas no nos dejan hacer las cosas. Ni modo: es lo que se puede. Lo notable es que esa coartada de los ineptos está funcionando. Se empieza a formar la convicción en sectores importantes de la clase política y en inteligencias influyentes de que el problema de México son las demasiadas negociaciones. Estaríamos mejor si negociáramos menos. El país caminaría después de años de atasco, si el gobierno pudiera decidir con facilidad, con el terreno despejado, con palancas eficaces que tradujeran automáticamente sus deseos en actos. Nadie puede negar que hemos padecido problemas de negociación política. Pero, ¿estamos dispuestos a concluir que nuestro problema es la negociación?

Mientras el famoso populista gritaba ¡al diablo con las instituciones!, nuestros tecnócratas impacientes gritan: ¡al diablo con las negociaciones! Hay que eliminarle obstáculos al gobierno. ¡Ya! Las demasiadas negociaciones están paralizando al país. ¡No hay tiempo que perder! Nos hace falta un mecanismo institucional que elimine el fastidio de negociar. Cambiemos las reglas para que, quien gane la Presidencia, tenga asegurada la mayoría en el Congreso. Los problemas del país se resolverían si se encuentra la palanca que traduzca las buenas ideas en decisiones políticas. Los mayoritistas ofrecen sus razones. No las examino aquí porque quiero subrayar lo que veo debajo de ellas. Bajo el mayoritismo se esconde, en primer lugar, una expectativa ilusa. Quienes proponen barrer los obstáculos a la Presidencia sugieren que, con el campo libre, el Ejecutivo impulsará las reformas que nos hacen falta. La pregunta es, ¿por qué se cree que esa confeccionada mayoría tendría perfil reformista? ¿No debemos diseñar instituciones desde la anticipación contraria -es decir, desde la intuición de que los agentes políticos suelen tener malas ideas? La necesaria negociación sigue siendo en un país como México una de las vacunas fundamentales para impedir la arbitrariedad. En segundo término, sorprende la estrechez de su noción de lo político. No solamente confían en que la razón se alojará en el poder, sino que creen que las instituciones son el poder. Valdría preguntar aquí: los obstáculos al cambio que buscan ¿están dentro de las instituciones representativas o fuera de ellas? Finalmente, la noción democrática que subyace a la propuesta es francamente tenue. La lógica tecnocrática se esconde en el prestigio del mandato electoral. Despreciando el componente deliberativo de la democracia, subrayan el imperativo de un supuesto mandato electoral. Eliminamos obstáculos a la Presidencia porque los votos le han dado la orden de impulsar cierto proyecto. Vale, en esto, recordar a Robert Dahl, quien exhibió claramente que la teoría del mandato es, simplemente, una patraña. Los votos no instruyen al gobierno, sólo lo integran.

El debate de hoy nos recuerda que la democracia tiene que abrirse paso entre la demagogia del populista y la impaciencia del tecnócrata. Instituciones y negociación.

 
http://www.reforma.com/parseo/printpage.asp?pagetoprint=../edicionimpresa/notas/20100419/editoriales/1173675.htm&eimp=1
Presagios bajo el volcán
Marco rascón
Esperando lo abstracto, vamos hacia lo concreto. Nunca como ahora se habían reunido en México el desastre político, económico y cultural con la perspectiva de una calamidad natural.
El planeta algo quiere decir con sus temblores, cenizas, glaciares rotos, ciclones y tempestades. Es el lenguaje de los mundos agraviados por los moradores que engendró en su evolución. Salvo por los glaciares (aunque cada vez hace más frío por el calentamiento), México es lugar de todos los peligros; ya nos enseñaron lo que fue el Chichonal y sus cenizas en 1982, el terremoto de 85, los huracanes Gilberto, en 1988, y Paulina, en 1997. Los terremotos nos andan rondando por el Caribe, el Pacífico sur y por Baja California.
Estamos sintiendo que vivimos en cuenta regresiva, pues siendo el ombligo de las contradicciones, aquí, bajo volcanes, lagos desecados, fallas tectónicas, temas y noticias de la violencia, mentiras judiciales, crímenes horrendos habituales, reformas que no se hacen y las que se legislan sólo son para refrendar que los poderosos seguirán siendo los mismos con sus monopolios, convergen cada vez más la realidad social con el peligro latente natural.
Hoy es más factible y optimista una ruptura por la vía natural y el desastre que por la capacidad de los gobernantes y la clase política para transformar el orden absolutamente disfuncional y anacrónico que rige, pero estorba; que se impone, mas descompone. El peligro verdadero no radica en una naturaleza enojada, sino en la falta de ideales.
La sociedad mexicana bajo el volcán está rota. Es una guerra civil confusa de baja intensidad que se expresa en la cólera política, llena de acuerdos, alianzas ominosas, resurgimientos de tiranías, demagogos, escenografías, mientras se hunde la soberanía y Estados Unidos, nuestro principal negador de visas, ahora se encarga de otorgarlas a todo extranjero.
Para salvarnos, nuestros políticos nos tienen un programa: todo se vuelve fiesta y las conmemoraciones del bicentenario y centenario son luces y feria, en medio de cientos de funerales, milicias sin rostro, gastos de guerra para ejércitos que no tienen vanguardia ni retaguardia, para batallas que no se sabe quién gana ni quién pierde; para una guerra que no sabemos si está empezada, va a la mitad o está terminando.
Pese a la liberación de los medios, la prensa, la radio y la televisión, así como a las imágenes que se reportan desde el centro de las noticias, en México no sabemos nada. Es más, hasta los pronósticos del tiempo tan de moda pocas veces aciertan, y cuando anuncian calor, hay que sacar las bufandas.
Al mismo tiempo, presentimos que viene el desastre que une todo cuando enfrentamos la disyuntiva entre la vida y la muerte colectiva. Es la que puede venir al igual que los movimientos de tierra, la explosión de cenizas y lava, e inundaciones de aguas negras a sepultar todas las debilidades y palabrerías. Presentimos porque no sabemos nada a ciencia cierta, pues hoy la primavera es verano lluvioso y en diciembre hubo inundaciones. ¿Cómo serán julio y agosto? ¿Cómo serán los ciclones y a quién arrasarán?
Hoy, los programas de protección civil están más inspirados en las doctrinas de contrainsurgencia que en organizar y prevenir. La obsesión desde el poder es que los desastres no se conviertan en la base de la organización social, que no se politicen en la idea de cambiar el orden existente. Los desastres desnudan al poder y los intereses, y por ello la idea central de las estructuras de protección civil son apoderarse y controlar desde ahora campamentos, entrega de ayuda, hospitales e impedir procesos de insurgencia civil que cuestionen el orden existente.
Las experiencias de cómo se ha movido el mundo en los terremotos de Haití y Chile reafirman que las doctrinas de control son globales y lo primero que hacen es controlar la información, negando personalidad propia a los damnificados y su organización. En México, luego del terremoto de 85, todo el andamiaje de protección civil y para desastres, incluyendo el Plan DN III del Ejército Mexicano, fue pensado para impedir otra experiencia social democrática como la de 1985 y sus consecuencias que confluyeron en 88, cuando surgieron los principales cambios políticos en México contra la estructura del viejo régimen priísta, pésele a quien le pese.
Para el poder en México, no es prevenir el desastre, sino las fuerzas emergentes que surgen de él. Ése es el peligro latente, pues ya lograron que por la vía de los partidos no pase nada.
Como los presagios que vio Moctezuma, hoy el desastre latente hace en sí una realidad política en el ambiente. El caos y la falta de referencias claras se sienten por todas partes. Pareciera que la única consigna que prevalece es esperar, no al 2010 emblemático ni al 2012 electoral, sino al que la naturaleza mande y el lenguaje del planeta ordene.
Que este pensamiento sirva también para desear el restablecimiento en la salud de Phil Kelly, nuestro Malcolm Lowry de la pintura, que nos ha descrito bajo el volcán, a nuestra ciudad y paisajes en peligro. Que se nos mejore.
Entre la zanahoria y el garrote
Javier Corral Jurado  

El procesamiento para la legislación de medios electrónicos ha estado atrapado en una dinámica de rentabilidad político-electoral. Cuando se han sofocado los esfuerzos de legislar el tema se han dado bajo una toma y daca de carácter electoral, acompañado de una buena dosis de temor, en algunos de sus protagonistas. El tema de la legislación de los medios ha estado entre la oferta de la zanahoria, o la amenaza del garrote. Por eso hay quienes plantean que este tipo de reformas deben plantearse en el tiempo inaugural de cualquier legislatura y preferentemente al inicio del sexenio.
El problema es que México no descansa electoralmente y casi todos los años tenemos contienda política. Esa dinámica ha paralizado la actualización de las leyes en materia de Telecomunicaciones y de Radio y Televisión. Por esa vía la propia clase política ha sufrido un deterioro general, y el chantaje resulta cada vez más costoso para la nación, pues el acrecentamiento de los monopolios ha derivado en tarifas caras, servicios de mala calidad y un permanente ejercicio de expoliación al sistema de partidos de parte de las principales empresas de radiodifusión.
Quienes participan en esos distintos momentos, han ganado en el plazo inmediato favores de cobertura mediática. Ganan, pero poco, porque sobre todo el duopolio de la televisión no tiene lealtades absolutas. No pueden cumplir más allá de un sexenio porque su modus operandi reside en que su reciclamiento de lealtades, depende del Presidente en turno, y en función de la nueva lealtad incrementarán sus privilegios. Pero el país pierde, y mucho, cada que se desvanecen los esfuerzos legislativos en la materia. Pierde el Estado en el mediano y largo plazos.
Desde hace muchos años he tratado de convencer y persuadir a mis colegas legisladores que debemos de salirnos de la dinámica de chantaje e intimidación en la que se ha colocado la relación de la política con los medios. En esa interacción permanente que me ha llevado a tener una interlocución en los más altos niveles de la política, detecto transversal a los partidos la misma preocupación, las mismas quejas por los excesos y abusos que, según la entidad federativa, le duelen lo mismo al PAN, que al PRI, que al PRD. Puedo asegurar que no es falta de conocimiento o ignorancia supina entre los actores políticos, encontrar las soluciones para devolverle al Estado su rectoría en la materia, simplemente es negligencia política que se convierte en indolencia ética.
El chantaje de la zanahoria o el garrote en la relación medios-Estado, ha envenenado la vida social. Al interior de los partidos también se han generado hondas fracturas por la indefinición y la vacilación con que se actúa frente a la necesaria legislación. Se desatan juegos internos para ver cómo aprovechan unos el tema y congraciarse y pactar favores, y cómo dejan a otros la responsabilidad de salir al paso de los linchamientos, los vetos y los boicots televisivos.
Hoy de nueva cuenta, se discute en el Senado de la República un proyecto de legislación integral, moderna, procompetitiva y proconvergente, la nueva Ley Federal de Telecomunicaciones y Contenidos Audiovisuales, que vendría a resolver una de las aspiraciones sociales más debatidas en las últimas décadas, y que sin quitarle nada a nadie, sí le abriría la puerta a nuevas opciones comunicacionales y nuevos jugadores en telecomunicaciones, e incluso mejoraría entre ellos las actuales condiciones de competencia.
Sin razones para oponerse a la entrada de nuevos competidores, revive Televisa en un desplegado firmado por la CIRT, la anticuada estrategia: el fantoche del atentado a la libertad de expresión, sin aportar un solo argumento, dato o artículo del anteproyecto que localice el intento de censura. Piden tiempo y exigen discusión, están dispuestos al debate que siempre han rechazado, lo quieren de cara a la nación, y se duelen de las leyes al vapor. Casualmente todas las características de la Ley Televisa, que hicieron votar de manera unánime a una de las cámaras del Congreso. Nuevamente se asoman las zanahorias y los garrotes. Antes, esta conducta la realizaba el Estado bajo el régimen de partido único, hoy la realizan un par de televisoras sobre el conjunto de las instituciones del Estado.
Propuestas políticas
Francisco Rojas  

La multiplicación de las opciones políticas, el pluralismo y la mayor competencia electoral son expresiones sanas de la democracia que, en ausencia de cambios apropiados en las instituciones, dificultan la formación de consensos para dotar a nuestro sistema de gobierno de herramientas que lo hagan más eficaz. A esta necesidad obedece la iniciativa del grupo parlamentario del PRI en la Cámara de Diputados para reformar el poder, con elementos adicionales a los contenidos en otras propuestas, actualmente en discusión.
Proponemos cambios en el funcionamiento del Legislativo que mejoren su funcionamiento interno, los mecanismos de colaboración con el Ejecutivo, nos acerquen a nuestro electorado y den coherencia, agilidad y pertinencia a la función de dictar leyes y ejercer el control de la gestión pública, que son los quehaceres fundamentales de las cámaras de Diputados y Senadores.
Es indispensable restituir al Informe Presidencial su valor como mecanismo de control político y rendición de cuentas y adaptar su formato a las condiciones de pluralidad en el Congreso. Por ello, restableceremos la obligación del Ejecutivo de concurrir a la apertura del periodo ordinario de sesiones el 1 de septiembre, pero en un clima de respeto institucional y orden parlamentario.
Para agilizar la formulación, análisis, discusión y promulgación de la Ley de Ingresos y el Presupuesto de Egresos de la Federación, proponemos fórmulas que precisen las responsabilidades de los distintos actores que participan en el proceso. Como elemento adicional de certidumbre para la economía, se prevé que se puedan prolongar las disposiciones rectoras de los ingresos y gastos esenciales del año en curso al siguiente.
El federalismo en nuestros días requiere la participación de los congresos locales en el examen y discusión de las iniciativas de reforma constitucional, a través de las comisiones dictaminadoras de las cámaras federales, lo que da sustento a la reforma constitucional que impulsamos.
Proponemos dar facultades al Congreso de la Unión para aprobar el Plan Nacional de Desarrollo y convertirlo así en un instrumento que daría legitimidad, pluralidad, integralidad y coherencia al proceso de planeación, presupuestación, control, fiscalización y evaluación de la gestión pública. Esto liberaría el quehacer público de caprichos unilaterales del gobierno en turno y promovería una mayor eficacia en la aplicación de los recursos presupuestales.
La transparencia y la rendición de cuentas no deben limitarse al discurso, sino convertirse en un modo de ser de las instituciones que manejan recursos públicos, lo que entraña mayores facultades para la fiscalización superior en cualquier momento del proceso presupuestal y el carácter vinculatorio de los resultados de la Auditoría Superior de la Federación.
El sistema electoral ha tenido notables avances, pero las circunstancias han cambiado con mayor rapidez, por lo que se requieren ajustes, como la reducción a 18 años, de la edad mínima para ser diputado, el derecho de los mexicanos residentes en el exterior a ser representados en la Cámara de Diputados, el restablecimiento del registro condicionado de los partidos políticos y la desaparición de impedimentos para obtener mayorías conjugando de manera natural al sistema mixto de mayoría con el de representación proporcional.
Más de 57 millones de personas viven en alguna de las zonas metropolitanas que abarcan varios municipios y en las que se genera el 75% del PIB nacional. La insuficiente cooperación entre autoridades ocasiona o agrava problemas urbanos como la dotación de agua potable, las vialidades, el transporte público o los rellenos sanitarios. Esta situación, sólo puede ser superada con la regulación jurídica del desarrollo metropolitano. Éstas son algunas de las propuestas de la iniciativa de reformas constitucionales y legales que presentamos los diputados del PRI, con la certeza de que la solución de los problemas del país incluye la reforma del poder para aumentar su eficiencia y adecuarlo a las circunstancias sociales y políticas de México, sin menoscabo de la atención a los asuntos económicos y a la inseguridad pública.
¿Minorías paralizantes o mayorías paralizadas?
María Amparo Casar
Está fuera de toda proporción tildar a los partidarios de un sistema de mayoría de autoritarios y a los que se inclinan por la representación proporcional de demócratas
No sé si pertenezca a los intelectualmente confundidos o a los fundamentalistas, pero ofrezco algunas reflexiones para el debate sobre mayorías y minorías.
1) Está fuera de toda proporción tildar a los partidarios de un sistema de mayoría de autoritarios y a los que se inclinan por la representación proporcional de demócratas. Estos calificativos carecen de sustento y no hacen sino ideologizar el debate y polarizar la discusión.
2) Todo arreglo político tiene ventajas y desventajas. Si las primeras superan a las segundas es válido decir que el arreglo es superior. Las ventajas y desventajas no son absolutas. Se miden en torno a valores y objetivos pero una vez que éstos se hacen explícitos sí puede hablarse de superioridad, en función de las consecuencias que se producen.
3) No sé qué demuestra que los primeros sistemas en el mundo hayan sido mayoritarios y que hoy existan 93 sistemas de ese tipo. Supongo que nada importante y mucho menos que la prelación en el tiempo o la superioridad numérica se traduzca en superioridad política.
4) La fragmentación del sistema de partidos es un fenómeno complejo que se alienta o se inhibe no sólo en función de un sistema de mayoría o de representación proporcional, sino de otros factores como la reelección, la concurrencia de elecciones, los requisitos para participar en las elecciones, el umbral para acceder al Congreso, el sistema de financiamiento y el derecho de partidos locales a competir a nivel federal.
5) La fragmentación no siempre es indeseable. Una de sus ventajas es que aumenta el número de posibilidades para armar coaliciones. En todo caso, México no es un caso de sistema fragmentado sino de "proporcionalidad moderada". Su "número efectivo de partidos" es de menos de 3 mientras que el de Brasil es de más de 7.
6) Los sistemas mayoritarios casi siempre -EU es la excepción- dejan vivos a más de 2 partidos (Gran Bretaña) y los proporcionales no siempre fragmentan los Congresos (España). En todo sistema -mayoritario o proporcional- con más de dos partidos, él o los pequeños partidos tienen el potencial de inclinar la balanza. En un sistema de mayoría relativa se presenta el mismo fenómeno de la "criticalidad" del tercer partido.
7) México no padece de "minorías paralizantes". Desde la aparición de los gobiernos divididos ningún partido pequeño ha tenido el poder para definir por sí solo una coalición ganadora para reformar la Constitución y sólo en una ocasión para hacer o modificar leyes ordinarias.
a. 1997-2000: sólo la cooperación del PRD o del PAN con el PRI hacía viable la aprobación de reformas, fueran éstas constitucionales u ordinarias.
b. 2000-2003: sólo la combinación PRI-PAN era suficiente para reforma constitucional y sólo la unión de dos de los tres partidos grandes para reforma ordinaria. Los partidos pequeños fueron superfluos. Ni la suma de todos ellos junto con uno de los partidos grandes alcanzaba para inclinar la balanza legislativa.
c. 2003-2006: otra vez la única combinación posible para reforma constitucional fue PRI-PAN. Para reforma ordinaria PRI ya fuera con PRD, con PAN o con la totalidad de los pequeños. La otra posibilidad era la unión de PAN-PRD y cualquiera de los partidos pequeños.
d. 2006-2009: se abre el abanico de posibilidades. El PAN era indispensable para cualquier coalición ganadora en materia constitucional. Podía optar por aliarse solamente con el PRD o con el PRI pero acompañado de cuando menos dos partidos pequeños. Para las ordinarias las coaliciones posibles eran múltiples pero en ninguna de ellas un partido pequeño podía hacer la diferencia.
e. 2009-2012: en toda coalición constitucional es indispensable la participación del PRI, ya sea aliado sólo con el PAN o con el PRD más dos partidos pequeños. Para legislación ordinaria y por primera ocasión, un partido pequeño (PVEM) adquirió la posibilidad de ser determinante pero sólo unido al PRI.
¿Es éste el superpoder de las minorías? ¿De verdad han adquirido un poder de influencia totalmente desproporcionado al tamaño de su representación? ¿No será más bien que tenemos mayorías paralizadas?
8) Por mucho tiempo se argumentó  que el multipartidismo y los gobiernos divididos producían empate, conflicto, parálisis e incluso ingobernabilidad, pero la evidencia empírica contradice estas afirmaciones. Con datos de más de 40 años de estudio de comportamiento legislativo en EU, David Mayhew concluye que no hay diferencias en la producción legislativa entre los periodos de gobiernos divididos (65% del tiempo) y los unificados (35%), que el Congreso frene en mayor medida los programas de gobierno o que la actividad de control sobre las acciones del Ejecutivo sea más extendida o severa.
Para América Latina se ha demostrado que no hay correlación entre gobernabilidad (incluida la estabilidad) y gobiernos divididos y que en presencia de éstos la regla ha sido la negociación, la utilización de los poderes legislativos del Ejecutivo o la cesión de poderes extraordinarios.
9) Ni la ausencia de mayorías produce "parálisis" ni su presencia equivale a "eficacia". No son las que muchos quisiéramos pero del total de reformas a la Constitución más del 30% han ocurrido desde que en México hay pluralidad.
10) ¿Despojo "contra el derecho a legislar" del partido más grande? No sé dónde está inscrito ese derecho, ni conozco país democrático en el que el partido más grande pero sin mayoría tenga derecho a legislar sin considerar al resto de los partidos.
11) Para que la propuesta de los "mayoritaristas" fuera efectiva habría que modificar también la fórmula de integración del Senado, quitar la prohibición de que un partido tenga más de 60% de los asientos y asegurar que cuando menos la mitad más 1 de las legislaturas tengan mayoría del mismo partido porque si no ¿se estaría cometiendo también un despojo en contra de aquel partido que en las elecciones obtuviera el mayor número de votos pero no la mayoría en ambas Cámaras y en las legislaturas locales?
12) Es cierto que el mayor reto de una democracia es formar mayorías para gobernar. Si éstas no se construyen en las urnas la salida es construirlas a través de la política que es, en esencia, liderazgo, negociación y suma de voluntades o, más concretamente, de votos. Y sí, si hay propuestas -no precisamente banales- para mejorar la eficacia de los gobiernos sin mayoría: dotar de poderes legislativos al Ejecutivo, castigar la inacción de los legisladores, modificar las reglas de funcionamiento del Congreso, prever mecanismos para eliminar situaciones de empate o de crisis y disminuir las áreas de traslape entre los poderes.
13) Un último punto, si el problema fuera de mayorías, el PRI en su alianza con el PVEM estaría en esta misma legislatura en posibilidad de tomar las decisiones que se dice el país requiere.
Reforma constitucional en derechos humanos
Emilio Álvarez Icaza Longoria  

Hace tan sólo unos días el Senado de la República aprobó el Proyecto de Decreto por el que se reforman diversas disposiciones de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos en materia de derechos humanos.
Por ejemplo, incorpora el concepto de derechos humanos en el capitulo uno, lo que implica un cambio a la dogmática constitucional; define y precisa las circunstancias en que puede declararse el estado de emergencia; atiende el tema de la jerarquía de los tratados internacionales y brinda una base legal para su aplicación; fortalece el Sistema Nacional no Jurisdiccional de Protección a los Derechos Humanos y amplía las facultades de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) para realizar investigaciones sin impedimentos y a exigir a las autoridades rindan cuentas por sus actos; asimismo, coloca a los derechos humanos como uno de los ejes de la educación, de la política exterior y del sistema penitenciario en México, y brinda un esquema inicial de garantías contra la expulsión de los extranjeros.
Se trata de una reforma de gran trascendencia que contiene algunos elementos de avanzada que abren la puerta a más y mejores medidas a favor de la protección, garantía y reparación integral del daño por violaciones a los derechos humanos; y que además responde a los compromisos internacionales asumidos por el Estado mexicano a través de tratados internacionales, así como a la reciente recomendación del Comité de Derechos Humanos de Naciones Unidas para finalizar la reforma constitucional en esta materia en un plazo razonable.
También debe destacarse que esta reforma contó con la activa participación de la Oficina en México del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACNUDH), de académicas y académicos especialistas en derechos humanos, y ha sido apoyada por diversas organizaciones de la sociedad civil, tanto nacionales como internacionales.
Por lo anterior, es de esperarse que el Proyecto de Decreto que ahora ha sido turnado a la Cámara de Diputados para su análisis y dictaminación sea aprobado a la brevedad, y que nuestras disputadas y diputados actúen con la altura, visión y convicción que se requiere para trascender a una nueva etapa en la tutela y protección de la dignidad humana en México.
Al aprobarse la reforma, junto con los congresos locales, también se estaría contribuyendo al desarrollo de una política de Estado en derechos humanos que responda al contexto y a las necesidades que hoy exige nuestro país en esta materia.
Esto es muy valioso si consideramos que en un Estado democrático de Derecho, el respeto, defensa y promoción de los derechos humanos, constituyen sólidos indicadores de gobernabilidad democrática y de la gestión gubernamental.
Existen algunas críticas a esta reforma en el sentido de que apenas iguala lo alcanzado por otros países; así como debates sobre la implicación de referirse a la familia en singular y abrir también la puerta a grupos fundamentalistas para que se cuelguen de la expresión “respeto a la vida” (entendida como la obligación del Estado de evitar ejecuciones extrajudiciales y/o desapariciones forzadas), para limitar los derechos de las mujeres, en lo que se refiere a la interrupción legal del embarazo. Hay a quienes, también, preocupa la decisión de quitarle facultades a la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
En última instancia, lo único que esperaríamos de la Cámara de Diputados es que reforzara o corrigiera algunos aspectos que hoy constituyen preocupación, sin perder de vista que aún falta la reglamentación de los temas referidos y otros. Aunque definitivamente es indispensable, ante los contextos de inseguridad y los procesos de militarización, poner en el centro de la acción estatal el concepto de derechos humanos que hoy parece estorbar o ser tan sólo un discurso vacío de contenido.
Así la reforma constitucional en derechos humanos constituye la posibilidad de un nuevo paradigma, aquel donde la democracia sea entendida como un complejo sistema de ejercicio de derechos de todos y todas sin distinción. Constituye un paso civilizatorio.
¿Democracia sin gobierno, sin partidos y sin ciudadanos?
Adolfo Sánchez Rebolledo
Una de las consecuencias más negativas de la crisis de credibilidad en la que se halla sumergida la llamada clase política es el desprestigio del gobierno como tal, casi con independencia de sus acciones concretas, de sus objetivos o su filiación ideológica. Se ha conseguido lo que hace algunos años parecía imposible: poner en el mismo nivel a los políticos provenientes de la izquierda o la derecha, sin que, ciertamente, entre ellos se perciba un esfuerzo mayor, sistemático, pedagógico, para negar que todos son iguales y, más importante aún, para justificar ante la sociedad la necesidad de contar con partidos e instituciones especializadas” en el arte de gobernar y no sólo en la conquista y el usufructo de las cuotas de poder. Las razones de este creciente deterioro del ideal democrático en la vida pública nacional han sido objeto de numerosas investigaciones cuyo valor no siempre se ha justipreciado, pero lo cierto es que estamos en un punto muy bajo en aquello que se da en llamar “la calidad de la democracia”. En cierta forma, por canales inesperados, ganó audiencia la contrautopía según la cual la sociedad más feliz es aquélla donde privan los impulsos concurrentes de unos ciudadanos cuyos actos están regidos por el interés egoísta ante el mercado, pero modulados por las virtudes éticas que la religión provee. Como si fuera un castigo por los años de predominio monocolor de un partido apéndice del Estado, hoy se revive, casi como una caricatura, el ideal antidespótico que ve en el gobierno a la encarnación del Mal, salvo, claro, cuando ciertos intereses se sienten amenazados y pasan sin mediación de negar a la autoridad a exigir la “mano dura” en todos los asuntos conflictivos. Es en ese clima de pura negatividad donde se afirman los poderes “fácticos”, cuyo ascenso marca esta primera década de alternancia. Son ellos los que marcan el ritmo e imponen la tonada que los partidos cantan. De su fuerza, sobre todo hablando de los medios, depende en mucho la valoración colectiva sobre las urgencias nacionales y, dada la crisis constitucional de la escuela como reproductora de valores, pretende afincar un catecismo “ideológico” que reduce y simplifica cierta visión del mundo.
De la escena nacional han desaparecido, o sólo se ven de forma intermitente, los debates de mayor aliento que podrían servir como columna vertebral para una recuperación de la esperanza, entendida como esa forma de confianza en el futuro que hoy parece haberse extinguido. La inmediatez de la mecánica electoral, tan importante para el diseño de un Estado democrático, se ha yuxtapuesto al reconocimiento esencial de que en una sociedad plural lo determinante es saber conjugar la deliberación más amplia y profunda con el respeto al principio de mayoría. Esa es la mejor garantía para mantener viva y despierta a una ciudadanía que quiere ser tratada como un sujeto adulto y responsable, y no como un “cliente” ignorante y manipulable.
El intento de reducir la pluralidad por la vía de los recortes a la representación mediante candados u otros subterfugios que garanticen mayorías automáticas, no sólo contraviene la regla democrática, sino que, al final, termina por afirmar las visiones más autoritarias sobre el gobierno. El intento de impedir que el pluralismo se exprese en los órganos de representación –el Congreso y las cámaras locales– en virtud de la más estricta proporcionalidad, como correspondería a un desarrollo lógico del régimen político que viene de formas presidencialistas autoritarias, responde a la pretensión, esa si restauradora, de darle al Presidente un poder que niega la pluralidad existente, la traduce a un bipartidismo obligado e impide la maduración de la división de poderes, cuya afirmación, lejos de ser una traba, es una de las conquistas reales, verificables de nuestra accidentada transición. En vez de buscar cómo reformar el gobierno y hacer más eficiente la relación entre el Ejecutivo y el Congreso, los jefes políticos sólo piensan en cómo darle más poder al Presidente en turno (cada cual pensando en su turno), pues no han aprendido a conducir un país que es diverso y pluralista sin servirse de los viejos instrumentos que antaño resultaban funcionales. Al mismo tiempo, en vez de que los partidos se transformen en escuelas de democracia, lo que vemos es cómo se instrumentalizan para servir como correas de transmisión de los grupos de poder que en verdad definen las agendas, con lo cual la vida pública se empobrece y la ciudadanía se degrada. Se nos quiere convencer de que no hay otro camino para el progreso que el inscrito en el programa reformista de corte liberal (con aditamentos compensatorios) cuya larga historia revela la miseria política e intelectual de una “clase gobernante” incapaz de asumir los desafíos de la globalización y la problemática derivada de la creciente demografía y la desigualdad. El afán imitador, la sumisión incondicional a la idea fatalista de que “no hay otra alternativa”, se impuso en la mentalidad de los grupos de poder arrasando con toda suerte de resistencia. Cualquier otra tesis se tiró a la basura calificándola como anacrónica, conservadora, no moderna. México se graduó pronto con altos honores ante el tribunal del poder trasnacional como un país cumplidor de las recetas elaboradas en Washington, pero el sueño duró muy poco antes de convertirse en pesadilla. El presidencialismo apuró las últimas gotas con Carlos Salinas de Gortari y, luego, vino la crisis, el derrumbe de la economía, la ruptura de los equilibrios del pasado, la soledad de la “integración” a un Norte que repele la vinculación laboral, humana, la violencia desatada en todas sus expresiones, los gobiernos divididos, la alternancia presidencial y, finalmente, el impulso al cambio en 2006, sostenido –que no reconocido ni aquilatado en su significado más profundo– por millones de ciudadanos que ya no querían más de lo mismo. De esta cadena de sinrazones, los únicos que han salido vencedores han sido los poderes fácticos, en particular los grandes medios electrónicos, cuyo poder no cesa de crecer mientras muchos políticos, atrapados en sus redes, esconden la cabeza. Esta es la situación actual, agravada por la guerra contra el crimen organizado que amenaza con las descomposición total de las instituciones, incluyendo a la última salvaguarda del Estado, que es el Ejército, por no hablar ya del aparato de justicia que para ciertos efectos hace mucho es inexistente. Pese a todo, los partidos prefieren el gradualismo al paso rápido que la situación exige y se dejan hablar al oído por quienes de alguna manera se creen intocables. Las dudas planteadas en cuanto a la conveniencia de aprobar la ley de medios presentada por Javier Corral demuestran hasta qué punto existen políticos al servicio directo de las empresas, o muchos que temen desaparecer de la escena-pantalla electoral, lo cual es una completa aberración democrática. Pero también hay dudas muy serias en cuanto a la necesidad de sujetar a los militares que ilegalmente actúan como policías a los tribunales civiles. Y esto, a estas alturas, es muy preocupante. Si los políticos no son capaces de hacer aquí y ahora las reformas necesarias dictadas por la realidad, no por un fantasioso manual de buena conducta universal, México seguirá en riesgo.
PD: A Pepe Woldenberg y a los suyos a la hora de la dolorosa travesía.