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viernes, 3 de abril de 2009

Regala Martínez Cázares nueva tesis de las atribuciones del Estado

Por BorrarNota

Embriagado por los dañinos licores de la contienda electoral, defraudado y malcopeado por los resultados de las recientes encuestas, que siguen ubicando al Revolucionario Institucional al frente de las preferencias electorales, el líder nacional del Acción Nacional, Germancito Martínez Cázares señaló ayer durante el curso para mujeres líderes organizado por la Secretaría de Promoción Política de la Mujer, que “el Estado tiene el derecho de violentar a las personas, para eso sirve la policía” para señalar exigir después a los punteros priistas definir su postura: “con el crimen o con el presidente”.

Luego entonces, el democrático panista dijo que “el PRI no acaba de entender que lo más democrático es debatir, que lo más democrático es que nos balconeemos todos, que si hay algún delincuente o presunto delincuente en el partido, quede balconeado por nuestros discursos”, vaya, urgió a buscar “ese México libre”.

Bárbara la filosofía blanquiazul expresada por el líder partidista, que urgido de repuntar en las preferencias electorales, no encontró un mejor discurso que recordarnos a los ciudadanos que, en medio de un horroroso clima de ultraviolencia, el Estado calderonista es el único con el derecho de violentarnos, justificando así esta “guerra” contra el crimen organizado. Una pizca, vaya, un poquito, casi no mucho de tacto político hubiera orientado a Martínez Cázares a recordar que, según los clásicos como Hobbes o Rousseau, la finalidad del Estado es garantizar la seguridad de las personas a través del monopolio de la violencia física, garantizando un estado de derecho donde nadie se hará justicia por propia mano… ¡pero no!, mejor un discurso intimidador, torpe y sobre todo, antidemocrático, pues habrá que recordarle al señor Martínez que en un régimen democrático la pluralidad de ideas es piedra angular del sistema, por lo que pedir “definirse con el crimen o con el presidente”, no muestra mas que la cuadradez panista de querer enfilar a los ciudadanos e instituciones en una estrategia que hasta el momento, el panismo se ha negado a debatir de forma abierta. Las cifras de ejecuciones y la militarización total de municipios como Juárez vuelven inaplazable la necesidad de debatir de forma, ahora sí, democrática, la estrategia a seguir para combatir al crimen organizado, la cual debería de tener, si no como primer eje, sí como eje fundamental el combate al desempleo y la pobreza en todas sus modalidades, pues debemos de entender a la delincuencia y a la criminalidad organizada como “alternativas” por las que han optado los miles, si no es que millones, de desempleados para contener el hambre.

El panismo falló, ha fallado y no da indicios de mejorar el rumbo. El presidente del empleo se ha convertido en el presidente del desempleo. Si la crisis fue de allá o de acá, eso no importa, importa tomar medidas concretas para atender los grandes problemas nacionales, ciertamente, la seguridad pública es uno de ellos, pero por el argumento expuesto anteriormente, el empleo, la redistribución del ingreso y el abatimiento de la pobreza, habrían de ser prioritarios sobre la lucha a la delincuencia.

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