ShareThis

domingo, 21 de junio de 2009

“El fantasma blanco”

Por: Francisco Torres

La realidad de lo político se presenta hoy como la problemática de encontrar la confianza de los votantes, la búsqueda por llevar a los votantes a las urnas convencidos de emitir el voto por el partido que consideren que los representa.

Sin embargo cuando el ámbito electoral aparece como una maraña de acuerdos de voluntades para así generar un consenso que en su mayoría de veces beneficia al partido en el poder, la transición a un nuevo régimen no termina por aparecer, ni representar un verdadero cambio en el ámbito de competencia partidista, las ofertas políticas actuales no llegan ni cercanamente a ser una solución real a las problemáticas nacionales, y la competencia por el poder termina siendo solamente un mero intercambio de intereses; el voto se trasforma en un “voto clientelar” para David Easton.

“Un sistema puede estar expuesto de dos modos a tensión procedente de las demandas. Por una parte, si sus autoridades no están en condiciones de satisfacer en cierta proporción las demandas de los miembros (por lo menos las de los políticamente poderosos)”.[1]

Gracias a la cita anterior podemos entender cual es la problemática que enfrenta el sistema político mexicano, pues más allá de la necesidad que representa para cada partido el postularse a nivel nacional o el hecho de sumar votos para cada uno, el gran problema que enfrenta el sistema político nacional radica en el hecho de que nuestro sistema no ha sido capaz de dar satisfacción a las demandas políticas que exige la población.

Hoy en día el debate público y que aparece como común denominador en los medios de comunicación en temática política gira alrededor de un “fantasma blanco” mismo que amenaza con robar la nota el día 5 julio, la figura del voto nulo es la respuesta que la población en general esta dando al pésimo desempeño del sistema político, pues en la actualidad la mayoría de los sectores se han visto afectados por las pésimas decisiones políticas, ni siquiera el partido en el poder ha sido capaz de proteger los intereses de la clase a la que representa.

La necesidad de generar nuevas opciones políticas, aunada a la poca disposición de los partidos políticos por generar desde su seno esta respuesta que llegue a ser una solución a las problemáticas de la población obliga a los ciudadanos a que sean estos mismos los que creen las soluciones; y la negativa de los partidos por acercarse a los ciudadanos y realmente representar los intereses de los mismos a generado un repudio hacia las instituciones políticas de nuestro país.

La expresión más representativa de este repudio, y de esta iniciativa de cambiar las cosas es el voto nulo, el voto nulo es el grito de la sociedad que demanda una trasformación del sistema político mexicano, el voto nulo es la expresión de la conciencia y la madurez política del pueblo mexicano

En resumen el voto nulo es un foco rojo que exhorta a los partidos políticos a voltear a mirar la realidad de nuestro país, para que estos se permitan tener un acercamiento a la verdadera situación de la población, de lo contario según lo planteado por Easton, el sistema político mexicano caminara hacia su propia destrucción.



[1] Easton David, Esquema para el Análisis Político, ed. Amorrortu, Buenos Aires, Argentina, 1999, pág. 164