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martes, 29 de diciembre de 2009

Revista Proceso


Matrimonio gay en el DF, victoria cultural


Jenaro Villamil

MÉXICO, DF, 22 de diciembre (apro).- La aprobación por 39 votos a favor y 20 en contra de la iniciativa para modificar seis artículos del Código Civil del Distrito Federal, que permiten los matrimonios de parejas del mismo sexo, con la posibilidad de la adopción, constituye un golpe al corazón de la ola conservadora que ha recorrido 18 entidades del país.
No en balde, las reacciones más viscerales fueron las del arzobispo primado de la Ciudad de México, Norberto Rivera, así como de la dirigente panista del Distrito Federal, Mariana Gómez del Campo, prima de la primera dama Margarita Zavala, así como de los dirigentes del PRI y del PVEM, que se quedaron al margen de una discusión que no tiene signos partidistas ni es propiedad de nadie, sino que representa un triunfo de los derechos en un Estado laico.
Lo sucedido el lunes 21 de diciembre en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) rompe con las pretensiones de uniformidad moral en una sociedad cada vez más diversa, tolerante y libre que lucha contra la multitud de fobias y odios generados por las pretensiones de uniformidad moral. ¿No es acaso grave que los crímenes de odio contra mujeres, homosexuales, transgéneros y lesbianas se generen en aquellas entidades donde se precian de tener la “superioridad moral” y la desfachatez de ignorar los otros modelos de ejercer la vida privada y las opciones sexuales?
La reforma coloca a la Ciudad de México en la vanguardia de toda América Latina en materia de derechos para parejas del mismo sexo. Sólo en países europeos como Bélgica, España, Holanda, Noruega, Suecia, así como en Canadá y Sudáfrica, se han reconocido plenamente los derechos de las uniones de homosexuales y lesbianas.
En Estados Unidos, entidades como Connecticut, Iowa, Massachussets y Vermont permiten los matrimonios lésbico-gays, con posibilidades de adopción de hijos.
Y en Argentina, Brasil y Uruguay se adoptaron modelos similares a las sociedades de convivencia, reconocidas en el Distrito Federal y en Coahuila desde 2007.
Sin embargo, la reforma sólo es válida en el Distrito Federal. Aprueba cambios a seis artículos del Código Civil capitalino. Los más significativos y polémicos fueron el 146, que antes establecía que “el matrimonio es la unión libre entre un hombre y una mujer”.
La nueva redacción define que el matrimonio “es la unión libre entre dos personas”. Además se modificó en el pleno el artículo 391 para permitir la adopción de hijos por parte de las parejas del mismo sexo.
También la reforma al artículo 291-Bis establece que tendrán derechos y obligaciones similares a las de las parejas heterosexuales y el artículo 724 permite la posibilidad de construir un patrimonio familiar común.
Por supuesto, falta un pleno reconocimiento a los derechos extensivos como los de la seguridad social. Está es una discusión que tendrá que darse a escala federal, con la reforma a la Ley del IMSS.
Seguramente, intentarán “excomulgar” a los legisladores del PRD y del PT que la aprobaron, como también al jefe de Gobierno, Marcelo Ebrard, que en estas discusiones ha mostrado una posición más firme que otros gobernantes.
El problema para la jerarquía que condena y excomulga sin aceptar posibilidad alguna de diálogo, es que ya no cuenta con la credibilidad ni con la fuerza moral de antes para intimidar a la sociedad católica, menos para llenar de culpas y estigmas a quienes han optado por una vida laica.

Revista Proceso


La foto
José Gil Olmos


MÉXICO, D.F., 23 de diciembre (apro).- En una guerra, el manejo de las imágenes y los símbolos es fundamental, por eso no se puede tomar a la ligera la difusión de la fotografía del cuerpo de Arturo Beltrán Leyva, La Muerte, con los pantalones abajo y cubierto de billetes ensangrentados.
En medio de una guerra entre dos bandos, la presentación de la imagen del cuerpo sin vida de uno de los cabecillas del crimen organizado, totalmente socavado, denigrado y humillado, representa un mensaje claro de provocación, y como tal se tienen que asumir las consecuencias.
Un civil encapuchado, al frente del operativo de la Marina, fue quien permitió la entrada del fotógrafo para que tomara las imágenes en exclusiva. Nadie más que el fotógrafo de El Universal entró al lugar para registrar las imágenes del cuerpo del narcotraficante, porque a los demás fotógrafos se les impidió el paso.
Al comparar las primeras imágenes con las últimas, se nota que el cuerpo de Beltrán Leyva fue manipulado, ya que lo posicionaron sobre una sábana blanca, para hacerlo lucir de forma más grotesca, con el brazo derecho desmembrado y el otro roto en la muñeca, las piernas abiertas y los pantalones aún más abajo.
No hace mucho, el gobierno de Felipe Calderón ordenó al Ejército destruir las imágenes de la Santa Muerte que hay en todo el norte del país, en un intento por horadar la moral y la religiosidad de los narcotraficantes.
En una guerra, esta es una estrategia que se usa para vulnerar el estado de ánimo de un ejército sobre otro. Pero en el caso de México ha resultado todo lo contrario. A la Santa Muerte ahora le acompaña San Judas Tadeo y Jesús Malverde, en una especie de refortalecimiento de las imágenes santas de los narcotraficantes.
Sin embargo, la famosa foto del Jefe de jefes ha puesto en la mesa de discusión la corresponsabilidad del gobierno federal, que no puede comportarse como otro grupo del crimen organizado que utiliza los cuerpos de los narcos caídos para mandar un mensaje de terror.

 
 


Resumen de política, Martes 29 de diciembre de 2009.


Impresos
La jornada/ Política/ Martes 29 de diciembre de 2009.
Ni los perros se aparean entre dos del mismo sexo: arzobispo
El arzobispo de Morelia, Michoacán, Alberto Suárez Inda, aseveró al referirse a los matrimonios homosexuales: los perros no hacen el sexo entre dos del mismo sexo; normalmente la inclinación natural es relacionarse de forma heterosexual.
El jerarca católico –quien ocupó la vicepresidencia de la Conferencia del Episcopado Mexicano en los seis años anteriores, hasta noviembre pasado– acusó a los diputados de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) que aprobaron el matrimonio entre homosexuales de no tener un pensamiento equilibrado y sano. Añadió que se trata de un tema que no es solamente religioso, sino antropológico.
En contraste, la organización Observatorio Eclesial consideró que el rechazo de la Iglesia católica a esos matrimonios "es muy desafortunada" y muestra el deterioro e intolerancia a que ha llegado esa institución eclesiástica en el país, pero sobre todo la impunidad con que el gobierno federal le ha permitido actuar.
Expuso que hay acciones de la Iglesia católica que "han transgredido la Ley de Asociaciones Religiosas. Lo que no alcanza a entender la jerarquía católica es que si bien tiene derecho a expresar sus propias opiniones y que éstas sean respetadas, a lo que no tiene derecho es a querer imponer sus puntos de vista en el resto de la sociedad, tanto en el tema del aborto como en el de los matrimonios".